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El portero que inspiró a Carlos Gardel a cantarle a la Selección Mexicana

El mexicano Oscar Bonfiglio inspiró al famoso compositor argentino Carlos Gardel por atajar un penalti a la "albiceleste" en la Copa del Mundo de...

Fue el 19 de junio de hace 90 años, 1930, lejos, muy lejos de su natal Sonora… Ese día, el joven Oscar Bonfiglio, haría cantar a Carlos Gardel en el vestidor mexicano, sólo por parar un tiro de penalti, el primer penalti detenido en una Copa del Mundo.

Oscar Bonfiglio era el mejor portero de México en esa época, “y era curioso, porque en Sonora no se daban los futbolistas en esa época, era algo raro”, recuerda Oscar Bonfiglio, el nieto del portero que hizo cantar a Gardel.

Bonfiglio, el nieto, es actor, con más de 45 años de carrera ha hecho de todo en el medio artístico, cine, teatro, telenovelas, hasta trabajos de doblaje…, y aunque ha escrito su propia historia, alejado del deporte, se enorgullece cada vez que habla de su abuelo, el general, “porque llegó a ser general de división”, además de una especie de mecenas del futbol mexicano en una épica romántica, donde había amor por el juego.

“Mi abuelo era un hombre muy divertido, un gran jugador de dominó, gente de deporte, gente institucional, fue jefe de intendencia de la secretaría de la defensa nacional en la época del presidente Lázaro Cárdenas… Era un tipo que sabía de números, un gran contador, un gran administrador, esa es el lado que poca gente sabe de él. Además de gran deportista, dicen que era un gran rompecorazones que anduvo con grandes actrices de la época que no voy a decir quiénes eran…”.

 

Y además, buen portero…  “Mi tío Vicente (“Chamaco” García) que era de los once hermanos del Necaxa, decía que mi abuelo era un gran portero, era muy seguro de mano, y salidas espectaculares y  eso no era normal en la época y mucho menos de este país. Me contaba anécdotas de cuando jugaba en el Asturias, me decía que después de dar un buen partido en el parque del Asturias, se iba al club asturiano a tomar café y todos los españoles llegaban y lo felicitaban y le me metían dinero en la bolsa de su saco, que era la forma de agradecerle el partido que había dado… Decía que de ahí sacaba más dinero de lo que le pagaban en el equipo”.

México llegó al Mundial de Uruguay 1930 por invitación, un evento que no era “lo que ahora representa, el evento de calidad mundial, famoso, eran los Juegos Olímpicos, y México fue con este mismo equipo a Amsterdam (Holanda) en 1928…”.

La Selección Mexicana sufrió en ese Mundial, sufrió desde que viajó a la parte sur del continente: “Mi abuelo me contaba que llegaron muy cansados, una travesía muy tediosa. El viaje fue en barco a Panamá de ahí a Buenos Aires hasta llegar a Montevideo. Viajaron junto con la selección de los Estados Unidos en un un barco de marina marcante, no de turismo y ahí entrenaban y hacían de todo para tratar de mantenerse en forma”.

El equipo mexicano inició el Mundial perdiendo 4-1 ante FranciaBonfiglio tuvo el no grato honor de ser el primer portero en recibir un gol en las Copas del Mundo. En el segundo juego se cayó 3-0 ante Chile, y se llegó al tercero, el 19 de julio de 1990… Hace ya 90 años.

 

 


México era goleado por Argentina y se marca un penalti a favor de los sudamericanos. Fernando Paternoster, un defensa central al que le llamaban “El Marqués”, tomó la pelota y se dispuso a fusilar el general Bonfiglio, quien detuvo el penalti.

“Era uno de sus más grandes orgullos, y no era tan vanidoso mi abuelo. Cuando me platicaba, él decía que fue intuición, porque en esa época el portero no se podía mover para nada, no había forma, sólo tratar de adivinar y tirarse a un lado. Aunque también decía que no fue bien tirado ese penalti, porque era muy difícil fallar un penalti, y más, este tiro fue detenido…”.

Quizá no se le haya dado la trascendencia a esta acción. “Fue hasta 1970 cuando se detuvo otro penalti en un Mundial, y ese fue Gordon Banks, (portero inglés)”.

Pero el momento más especial de esa tarde en Montevideo, en el estadio Centenario, llegó en los vestidores: “Alguien tocó en el vestuario mexicano, y entró un personaje internacionalmente conocido, que preguntó: ¿Dónde está el joven Bonfiglio?. Mi abuelo levantó la mano y fue hacia él… ‘déjeme felicitarlo porque le ha parado un penalti a uno delos hombres más infalibles de la historia… Y déjeme darle un abrazo y complacerle en lo que usted me pida. Pídame lo que quiera’…. Ese hombre era nada menos que Carlos Gardel, el mejor cantante de tangos de la historia…”.

 

Y qué fue lo que le pidió Oscar Bonfiglio a Carlos Gardel, al llamado ‘Mudo’…. “Cánteme una canción”, dice su nieto, “y le cantó el día que me quieras…”. Don Oscar Bonfiglio nunca olvidaría ese momento.

Se retiró en 1938, fue militar, llegó al grado de general y también ayudó mucho al futbol mexicano. “Ayudó a fundar al Irapuato, fundó la Segunda División de México y ayudó al Guadalajara en momentos de apremio en los 40, cuando necesitaba de un buen administrador”.

Además de todo, “cuando Emilio Azcárraga compró al América, le pidió a mi abuelo que fuera el presidente, pero se negó, ya estaba muy cansado, pero antes de irse les recomendó a un joven de nombre Guillermo Cañedo, que acababa de ser despedido del Zacatepec, nada menos que a quien construyó la grandeza del América”.

Y así fue la historia del joven portero, del general, del directivo, de Oscar Bonfiglio, el primer portero que detuvo un penalti en una Copa del Mundo. E hizo cantar a Gardel, hace exactamente 90 años.