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Cruz Azul no cambia el guión; otro fracaso

La Máquina se queda sin Liguilla por tercera campaña consecutiva y llegará a 18 años sin títulos

Fueron pocas las veces que Tomás Boy se animó a salir de su banca tras la genialidad de Enrique Triverio (16’). Se redujeron aún más en el complemento, cuando el zapatazo de Antonio Ríos (40’) ya había oficializado el nuevo papelón de Cruz Azul.

Al ‘Jefe’ no le bastaron su recio carácter e ímpetu para levantar a ese plantel que ha escrito una de las páginas más oscuras en la historia celeste. La sequía de títulos que padece el club cumplirá la mayoría de edad… Y lo verdaderamente doloroso para su castigado pueblo es que la ansiada vuelta olímpica cada vez luce más lejana.

La Máquina ha quedado eliminada. No participará en la Liguilla por tercer torneo consecutivo, hecho inaudito para una institución con gigante pasado y diminuto presente.

Se trata del máximo asistente a la fase final. Sólo faltó a 15 de las anteriores 65, pero deambular en la zona media de la tabla comienza a ser habitual para los Cementeros.

El Toluca desconectó el respirador artificial que mantenía con vida a los dirigidos por Boy. Lo hizo con arrojo, imaginación, orden y un empujoncito de los propios cruzazulinos, que comprobaron su considerable poder de autodestrucción.

Los Diablos Rojos se llevaron los tres puntos (2-1) que necesitaban para clasificar matemáticamente a la ‘Fiesta Grande’ del balompié nacional. Son el segundo conjunto que lo hace, de forma cronológica, después de los Pumas.

Dos bombazos les fueron suficientes para salir con todo el botín de la antigua Ciudad de los Deportes. En ambos tuvieron la colaboración del arquero Guillermo Allison, quien suplió al lesionado José de
Jesús Corona.

El medallista áureo en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 disputó su mejor partido del certamen desde las gradas, porque quedó claro que hasta bajo de forma es mucho más que un chico con apenas 10 cotejos en la Primera División.

Sí, Juan Carlos García Sancho fue muy tibio en la marca a Triverio, pero el argentino anunció su disparo. El meta local no recorrió a tiempo y fue clareado. Gol que provocó el delirio de José Cardozo. Fue como si el entrenador paraguayo se viera en un espejo. La maniobra de su futbolista tuvo esa picardía que fue ‘copyright’ suyo cuando dinamitó todas las áreas del futbol mexicano con la camiseta escarlata. Sacó la lengua, como en sus épocas de gloria, mientras se abrazaba con sus auxiliares.

Los mexiquenses llegaron con dos derrotas en fila. Jamás habían caído en tres duelos seguidos con su ídolo como director técnico. Lo volvieron a evitar.

Gracias a su aplicación y las falencias del rival, porque el Cruz Azul sí generó cierto peligro en la portería defendida por Alfredo Talavera. El problema fue la falta de puntería por parte de Fernando Belluschi, Jorge Benítez y Christian Giménez. La anotación del guaraní llegó muy tarde (88’), porque los embates del final resultaron simple emoción.

Triste jornada para el ‘Chaco’. Pudo haber sido su última como cementero en el Azul. Su vínculo con el club finaliza al término de este campeonato y la renovación sigue en el aire. Boy prescindió de él durante el descanso.

Julio César Domínguez también se fue con los ojos cristalinos. Jugó su partido 300 en Liga y Liguilla con el equipo de sus amores. Lo recordará siempre, pero a causa del enésimo fracaso. Este día cumple 28 años de edad. Celebrará ya eliminado. Lo único rescatable fue portar
el gafete de capitán durante los minutos finales, tras la salida de Gerardo Torrado.

Para entonces, el partido cayó en un sordo vaivén generado por la ineficacia azul y la paz roja. La victoria estaba garantizada, así es que el visitante apostó al contragolpe y no cometer errores en la retaguardia.

Tranquilidad que tuvo gracias a aquella mágica definición del ‘Cocho’ Ríos, quien halló un balón en los linderos del área local. La primera mitad estaba por expirar, pero el volante de contención toluqueño fulminó las frágiles esperanzas de La Máquina.

Primera derrota del ‘Jefe’ en el banquillo cementero. Fue lo de menos. Llegó con la misión de levantar a un equipo. También fracasó.

Ha sumado cinco unidades de 12 posibles. Pobre cosecha para cumplir una misión en la que no se tiene margen de error. Sin Sergio Bueno como estratega, el Cruz Azul disputó cuatro juegos en casa: empató tres y cayó en el de ayer.

La catástrofe ha sido oficializada con sólo dos partidos por jugar, más allá de las múltiples rendijas que ofrece el benévolo sistema de competencia en la hoy llamada Liga MX.

Eso explicó el sonoro abucheo por parte de la parcialidad azul, porque no fue mayoría. El mejor torneo de su equipo y la cercanía con Toluca multiplicaron las elásticas Rojas en las gradas.

Lo que no salvó a Allison, Torrado y Joao Rojas de los principales silbidos, porque la afición cementera está harta de fracasos. No podía ser menos cuando un llamado ‘grande’ suma tres torneos sin Liguilla por primera vez.