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Rugido de bicampeón
- Escrito el:: 24 diciembre, 2014
El año futbolístico en México arrancaba con el León buscando la hazaña que años atrás había conseguido Pumas, el bicampeonato de Liga
El Universal
El año futbolístico en México arrancaba con el León buscando la hazaña que años atrás había conseguido Pumas, el bicampeonato de Liga. Los esmeraldas venían de ganar y humillar al América del Piojo en la final del Apertura 2013 y jugando un fútbol abierto y espectacular.
Todos en México creían que dicha hazaña estaba al alcance de sus manos, pero con el paso de los partidos esas creencias se fueron diluyendo. El León no caminaba como se esperaba y por varias jornadas estuvo fuera de zona de calificación. El bi se alejaba cada vez más.
En los primero seis partidos León sólo ganó un partido, empató dos y perdió tres. Los resultados no llegaban y los rumores sobre la salida de Matosas no se hicieron esperar; sin embargo la directiva encabezada por Jesús Martínez Jr. le dio el respaldo a su técnico y todo empezó a mejorar.
Vinieron tres triunfos de manera consecutiva que ayudaron al equipo a meterse de lleno en la pelea por calificar, pero otra mala racha parecía dejarlos fuera. Los siguientes cinco encuentros se convirtieron en dos derrotas y tres empates, lo que una vez más los alejaba de la zona de calificación.
Los Esmeraldas llegaron a la última fecha con dos victorias consecutivas y aún así las posibilidades de calificar eran remotas. Además de la victoria, el León necesitaba la combinación de otros resultados para poder conseguir la calificación. Ahí fue donde la suerte de campeón empezó a surgir.
Los resultados se dieron y los de Matosas calificaron como octavo lugar general. A la par del torneo mexicano, los Panzas Verdes jugaban la Libertadores, en donde fueron eliminados en octavos de final. Ya sin la presión de jugar dos torneos, el León llegó descansado a la Liguilla y con los bríos renovados.
En cuartos de final echaron al líder Cruz Azul, en la semis dieron cuenta del Toluca y en la final enfrentarían a su hermano mayor, el Pachuca. La ida la perdieron 3-2; sin embargo la historia les sonreiría una vez más. Un contundente 2-0 en la vuelta le daba el campeonato y ponía al León a la altura de los Pumas, como los dos únicos bicampeones en la historia de los torneos cortos.