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Querétaro vs Atlas, la pesadilla contada por aficionada que asistió al partido

En las zonas del estadio con toque familiar, resguardaron a gente del visitante

Llevo ya varios años muy despierta, viendo cómo es el mundo, observando en dónde hay paz y dónde no, ayudando todos los días -de lunes a domingo- a todos los que puedo con mi corazón, sembrando en los seres humanos más amor, más esperanza, más empatía, más congruencia, más fe, fuerza, valentía y educación. Y justo el sábado vi un problema en el que pensé: “Debes seguir con lo que estás haciendo”.

El sábado fui al estadio de Querétaro y los chicos de las porras de ambos equipos perdieron la cabeza al agarrarse a golpes, como si quisieran matarse. Esto dio por resultado hombres menores de edad y mayores de edad heridos; no tengo idea si muertos, pero no me asombraría, porque de verdad parecía que esa era su finalidad. Había personas con la cabeza ensangrentada, con piernas lastimadas, tobillos gigantes, ojos y narices con sangre, mamás llorando con bebés en brazos corriendo hacia la cancha para sentirse “protegidas”, abuelitas corriendo hacia la salida, nietos llorando temerosos, personas temblando de pavor y personas aventándose más de un y medio de altura, por miedo y por nada.

 

Y mientras todo esto sucedía, dos hombres de la porra del Atlas, sin playera y golpeados, corrieron a pedir ayuda a la zona en la que me encontraba; se resguardaron ahí, ya que era una bastante familiar, para que nadie les hiciera daño. Ahí no les pegaron. Yo protegí en todo momento a mi hermana, familia y amigos. Mantuve la calma, y pensé: “¿Cómo puedo ayudar a que esto se detenga? Si no hay seguridad y la ira se apoderó de muchos”, pues comencé a rezar por ellos y por todos.

A mis 35 años de edad hago todo lo que puedo por sembrar paz y amor en los demás, pero sé que a unos les toca ayudar poniendo seguridad en lugares, como el estadio por ejemplo, poniendo a la gente correcta, gente educada y valiente para que cuando suceda algo así, ayuden a todos los que puedan. Por favor, se necesitan más reglas, más orden, más paz en todos lados, no sólo en el estadio, pero sobre todo, TODOS NECESITAN MÁS A DIOS EN SU CORAZÓN.

No está bien el odio de tantos seres humanos entre sí, queriéndose sacar los ojos, pegándose en los genitales, aventándose entre sí, botellas, rasguñándose, agarrando alambres y encajándoselos. No está bien que la gente vaya a tomarse selfies con una guerra  de fondo, no está bien, no está bien el que le chifla y le dice que es un %#]{} al que hace la guerra.

Ricos, pobres, niños, adultos, a los que fueron el sábado, a los que no fueron, a los que están detrás del celular mandando odio; no está bien estarse odiando. Lo único que hacen es hacerse daño todos con todos.  Y si con mi nota un ser humano invita a Dios a su corazón y suma con paz y valores, sirvió de algo escribir esto. Y, por favor, paren de decir es que “así se ponen esos partidos”, eso no ayuda en NADA.

El odio dentro del corazón puede generar violencia aún estando solo en el mundo.  No es el futbol, no es el equipo, no es la clase social, es el odio, la maldad y los malos pensamientos de las personas, los que restan al mundo entero. Por favor, abran los ojos y por favor inviten a Dios a su corazón. La ira, la furia, el odio, la falta de empatía, el acabarse todos contra todos, NO ESTÁ BIEN.