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Tigres estuvo cerca de vencer a Cruz Azul con Pilar Reyes como “portero-atacante”

Pilar Reyes dejó su arco y se convirtió en delantero en la final 1978-79; casi funciona

No es la primera vez que Tigres y Cruz Azul se ven en la Liguilla. Pero quizá la más recordada es la de la final de la temporada 1978-79, donde a pesar de que los regios perdieron quedó para la historia la actuación del portero de los felinos, Pilar Reyes… Pero no en la portería.

Era el segundo juego de la final. El Azteca era todo azul. En la ida La Máquina ganó 1-0 con gol de Rodolfo Montoya y en la vuelta en el primer tiempo, los cementeros ya ganaban 3-0.

Sólo un milagro podría salvar a Tigres, y casi se da, de la mano de Pilar…

“Esa es una final en la que a pesar de que perdimos, salimos ganando”, recuerda el exótico portero, conocido por su buen manejo del balón ¡con los pies!
“En la vuelta nos levantamos de un 3-0, unos golazos que Montoya me metió. Estábamos 3-2 y el señor Claudio Lostanou, técnico de Tigres, me mandó a decir con el utilero, el Chóforo: ‘Pilar, vas a salir’. Yo dije: ¿Qué? ¿Cómo voy a salir? y mandé muy lejos al Chóforo”.

Pero el utilero le explicó a Reyes: “No, vas a salir al campo a jugar en la cancha”.
El partido estaba 3-2 (4-2 en el global) Raúl Ruiz, delantero regio, se había lesionado. “Y como en las cascaritas yo destacaba en la delantera, don Claudio me mandó al frente”.

Así que tomó la camiseta de Ruiz, entró “Mateo [Bravo] a la portería y me fui a tratar de hacer algo”.

Hizo mucho. Minuto 85, hace una pared con Barbadillo y el portero Pilar Reyes de taconcito se le da a Juan Manuel Azuara “y que anota el abuelito… Empatamos a tres, nos faltaba un gol para igualar en el global y en la siguiente jugada el Maestro Miguel Marín le atajó un tiro a Tomás [Boy]”.

Aún recuerda cómo en los minutos finales, “don Nacho Trelles —técnico azul—, les gritaba,  ‘marquen a Pilar’ y yo me quitaba al Confesor Cornero”.

El juego se acabó, la hazaña no se concretó. “Pero  nadie me puede quitar esos momentos. Antes de ese partido, la gente de Tigres me gritaba el  “Sube Pilar sube”, cada vez que íbamos perdiendo, era algo muy bonito. No se me quita de la memoria, como no me quita en las cascaritas, el hacerle un recorte a Barbadillo o a Tomás Boy