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Sin rodilla, pero con mucho amor
- Escrito el:: 5 julio, 2018
Félix Zlobin vio frustrado el sueño de ser profesional por una lesión; como amateur conoció a su esposa
Esta historia podría ser titulada como El cuento de amor de Diana y Félix, pero le pusimos El ruso que se fregó la rodilla.
Él se llama Félix Zlobin y, cuando ve la majestuosidad de la Arena Samara, no puede contenerse y recordar: “Pude jugar ahí, pero… Me lastimé la rodilla”.
Frase clásica. Pero esto va más allá. Félix trabaja en un banco y es el goleador de la Liga interbancaria de Samara, Rusia. “Metí 36 goles en 22 partidos el año pasado”, presume, pero lo que en realidad quería era jugar ahí, con los grandes, a donde pudo llegar.
La historia es una tragedia, pero con final feliz. Hace 10 años, Félix estaba jugando en el CSKA Moscú, estaba en las reservas, pero ya lo llamaban a entrenar con el primer equipo. Era delantero, bajito. Él define su juego como el de Philippe Coutinho. Todo iba bien hasta aquel día. “Fue un domingo cualquiera”, lo recuerda bien. Mano a mano contra el portero del Lokomotiv, quiso anotar y el guardameta detenerlo. Choque, y alguien no se levantó. Era Félix. Rotura del ligamento cruzado.
Hace una década, esa lesión era casi de retiro. Para Félix lo fue. Intentó volver después de ocho meses de rehabilitación, pero no…
Comenzó a buscar opciones de vida. Estudió administración y acabó en un banco. Y hace aproximadamente un año, en un partido interbancario, conoció a Diana, periodista que escribe en diferentes revistas. Se enamoraron. Ahora son padres de una hermosa niña.
La vida de Félix cambió esa mañana de domingo, cuando el portero del Lokomotiv lo lesionó. Sus sueños se esfumaron, pero encontró el amor. ¿Qué hubiera pasado de seguir en el camino profesional?
Quién sabe. Hoy, aunque los ojos de Félix dejen ver melancolía cuando observa a lo lejos el estadio, cambian a alegría infinita cuando le hablan de su hija.