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Leones Negros quiere salvarse: 2-1 a Tigres

Con un golazo de Fidel Martínez, los Leones Negros derrotaron 2-1 a los Tigres, y pelean codo a codo con Chivas y Puebla por...

El Universal

Cuando la situación es apremiante, cada punto sabe a gloria. Por eso la algarabía. No se trata de una Final. Pero se festeja como si lo fuera. Vuela cerveza en la tribuna del Estadio Jalisco. Hay abrazos. Hay gritos. Hay felicidad en estado puro, después del enorme cabezazo de Fidel Martínez, el 2-1 definitivo sobre Tigres, al ’74. Los Leones Negros se aferran a la permanencia. Quieren salvarse del descenso y el triunfo de este domingo es oxígeno puro.

Cuestión de cábala. La Universidad de Guadalajara sale a la cancha del Estadio Jalisco, su casa, con el uniforme completamente negro. Sus tradicionales colores no están presentes. La razón: con esta misma vestimenta se metieron la semana pasada al Azteca, para vencer al América por 1-0. Repite en busca de otro buen resultado.

De entrada, funciona el recurso supersticioso. Los Leones Negros aprovechan el cansancio de unos Tigres que vienen de enfrentar a River Plate en Argentina, por la Copa Libertadores, y son superiores en los primeros minutos del encuentro que cierra la novena jornada del Torneo Clausura 2015.

Un par de avisos dan clara muestra de ello: primero, Marc Crosas filtra dentro del área para Jonathan Gonzáles, que se perfila y vuela su disparo (’10); poco después, un tiro de esquina desde el costado izquierdo es cabeceado por Félix Araujo y la redonda revienta el travesaño (’17). La escuadra local parece cerca del gol.

El servicio viaja desde el costado derecho. Pasa hasta el otro lado. Jairo González controla y patea con potencia. Un tiro-centro que se mete al área con fuerza, en busca de una pierna local. Sin embargo, es Guido Pizarro quien se cruza en el camino de la redonda. Tan mala es su fortuna, que al chocala, la envía al fondo de su propio arco. Autogol de Tigres. Los Leones Negros festejan un tanto que es oro puro, al ’20.

Desde un costado del campo, el entrenador de los visitantes, Ricardo Ferreti, se pasea al límite del área técnica, al verse en desventaja. Reclama. Grita. No para de jugar su propio partido. El árbitro José Alfredo Peñaloza no tolera demasiado el “show”. Se acerca y le hace la indicación de que está expulsado, al ’35.

Pero el “Tuca” tiene su temperamento. Discute con el cuarto árbitro. Manotea. Levanta la voz. Se resiste a irse. El encuentro sigue adelante. Y el estratega se aferra a seguir ahí. Dos minutos más tarde, por fin se aproxima a la banca. Pero no se va. Se queda escondido ahí, detrás de las butacas, viendo el duelo. Sólo hasta que aparece el inspector, se retira a un palco.

Sin Ferreti en la banca, Tigres se suelta un poco. Ataca en busca del empate. Al ’42, Guido Pizarro hace una estupenda maniobra individual, dentro del área y dispara con potencia. El portero Humberto Hernández tapa con una mano. El rebote es elevado. Le queda a Joffre Guerrón, quien remata de chilena, apenas por un lado, en la más clara de los visitantes.

Para el complemento, el brasileño Rafael Sobis envía la redonda a las redes, con un cabezazo, al ’66. Pero el silbante anula la acción por una dudosa falta del sudamericano, previo a la falta. El partido se vuelve de ida y vuelta. La UdeG tiene la oportunidad de sentenciar cuando Fidel Martínez escapa solo, encara al arquero y define con un zurdazo raso, cruzado, que se estrella en la base del poste, al ’68.

Perdonar tiene siempre un costo. Los Leones Negros lo pagan caro. Gerardo Lugo toca para Jesús Dueñas y este, de primera intención, eleva la pelota al corazón del área, donde Rafael Sobis conecta de cabeza para enviarla al fondo. Gol de Tigres, al ’71. Desde el palco, “Tuca” Ferreti celebra eufórico, con insultos incluidos.

El golpe anímico pareciera fulminante para los locales. Pero no lo es. Jonathan Gonzáles conduce por el costado derecho. Levanta la mirada. Envía un servicio elevado y pasado a segundo poste. Fidel Martínez pega un salto descomunal. El remate de cabeza es extraordinario. La redonda viaja hacia el poste más lejano y se encuentra con las redes. Golazo de los Leones Negros, al ’74, que no marcaban dos tantos en un solo encuentro de Primera División desde hace más de dos décadas.

La tribuna es una fiesta. El resultado es oro puro. Los minutos transcurren y tras el silbatazo final, los futbolistas locales levantan los brazos. Se abrazan. La UdeG tiene vida. Está ya muy cerca de Puebla en la tabla porcentual. La cábala del uniforme negro ha resultado. Los Leones Negros quieren salvarse.