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En Pumas niegan una crisis

Gerardo Alcoba espera un triunfo ante Tigres en el difícil "Volcán" de Monterrey

El Universal

A pesar de que en la Liga y en la Copa, las cosas no funcionan, los Pumas se resisten a la palabra “crisis”, aunque al final del camino, el refuerzo uruguayo, Gerardo Alcoba, admite que “no estamos bien, es una realidad…”.

Sin embargo, “la palabra crisis es muy general”, arguye el central universitario, quien enseguida acepta “las limitaciones que tenemos y ahora el margen de error se redujo al mínimo”, expone. “Hay que conseguir un triunfo en forma inmediata para aspirar al objetivo número uno, que es clasificar a la Liguilla”, añade, convencido de la necesidad de vencer el próximo sábado a los Tigres, en “El Volcán”.

“Tuvimos un juego muy pobre ante el León; con Tijuana mejoró la actitud y frente al América merecíamos más, pero perdimos y no sirve de nada”, evalúa Alcoba a grandes rasgos, sin añadir el 0-3 en la Copa sufrido apenas el martes pasado en CU, frente a Jaguares. “Estamos en deuda con nuestra gente y el entrenador tiene todo nuestro apoyo. Queremos retribuir al equipo con puntos y a eso vamos a Monterrey”, abunda el zaguero felino.

Decidido a no darle vueltas al asunto, Alcoba evalúa que en Pumas “tenemos gran cantidad de goles en contra y pocos a favor”, asegura, sin desmenuzar. “El embudo de errores, por llamarlo metafóricamente de alguna manera, se va afinando y eso me da una esperanza muy grande. Ya quiero jugar contra los Tigres”, resalta el central auriazul.

“Los focos rojos están encendidos desde el primer momento”, señala Gerardo. “Cada uno realiza su análisis individual, pero vivimos de los resultados y debemos ganar para responder a nuestro entrenador, Guillermo Vázquez”, señala, consciente del riesgo de cese que corre el entrenador felino.

Enseguida, Alcoba “cantinflea” cuando se le pregunta sobre la “garra” de Pumas. “Es una palabra muy informal para lo que estamos analizando. Entrega o sacrificio puede resumirla un poco mejor. Es la base para cualquier equipo y mucho más para los Pumas. No estoy siendo demagogo ni hipócrita. Sabemos la realidad que estamos viviendo. Muchas veces nos da vergüenza deportiva, como sucedió al concluir el juego contra León”, dice.

“La presión siempre existe, porque representamos a un club tan grande. La afición tiene toda la razón en enojarse, pero veo a un equipo comprometido y con mucha hambre, que es lo que a mí me gusta. Por eso, el sábado vamos a conseguir un buen resultado”, se compromete. “El embudo se va cerrando. Estamos cerca de lo que queremos. Si nosotros hubiésemos hecho un gol frente al América, habría puntos muy altos en el equipo”, supone.

“Hubo una actitud aceptable y eso me genera esperanzas”, aboga. “Todos somos obreros y ojalá estas ideas sean reafirmadas en el campo para comprobar que no estábamos tan lejos”, resuelve el universitario, confiado en salir del temporal