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Pumas logra una mínima ventaja ante Pachuca con golazo de Favio Álvarez

Pumas logró la ventaja en los cuartos de final de ida an Pachuca en el Estadio Hidalgo

Pumas ganó gracias al 10, el día que el 10 más famoso del mundo, descansó el paz. Favio Álvarez, volante universitario, tiró fuera del área para vencer al portero Oscar Ustari y festejó mostrando su número, el 10, como homenaje a Diego Armando Maradona.

Pero lo más importante para el Universidad Nacional, fue salir con el triunfo, aunque sea por la mínima diferencia del estadio Hidalgo. Ahora para pasar, los Tuzos deberán ganar el juego en Ciudad Universitaria, donde no será nada sencillo. Es ventaja, mínima pero ventaja. Pumas llegó con prisa al estadio Hidalgo.

Nada más sonó el silbatazo inicial, y se fue con hambre sobre la presa, y ese ímpetu, le dio frutos de forma temprana. El Universidad Nacional sale jugando, en medio campo cambia de velocidad, acelera, Juan Pablo Vigón se pone como poste, regresa la pelota a Favio Álvarez que saca potente derechazo que vence la estirada de Oscar Ustari (7’). Álvarez festeja quitándose la camiseta, y mostrando su número, el “10”, como el de Diego, el que ya no está.

Pachuca intentó reaccionar poniendo a trabajar a Felipe Pardo, pero sin referente en el ataque, no había como hacer llegar la pelota a zona de peligro. Erick Aguirre con tiros de larga distancia era el que hacía trabajar a Julio González, portero de los auriazules.

El juego se volvió de ida y vuelta. Con Pumas jugando más en largo y Pachuca elaborando más las jugadas. Y vino la polémica, en la agonía de la primera parte, se marca un penalti, muy rigorista, sobre Erick Sánchez. Víctor Guzmán se enfiló para empatar, pero echó la pelota para fuera.

Pachuca salió al abordaje en la segunda parte, la contención de Pumas desapareció y los centrales se volvieron de papel, pero los Tuzos no daban el último pase de forma correcta: O fallaban en la asistencia o fallaban en el momento de tirar a portería, donde en todo caso, el portero González se agigantaba, como en aquella rebanada de Freire que casi es autogol.

La defensa heroica a la que se enganchó Pumas fue sufrida, pero suficiente. Pachuca las tuvo, pero las dejó ir, con penalti incluido. Se ve difícil, peor no imposible, hacer la hazaña en CU.