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Roma y Atlético empatan sin goles

Héctor Moreno no fue llamado ni a la banca

El Atlético de Madrid se llevó hoy un empate sin goles en su visita a la Roma en la jornada inaugural de la Liga de Campeones de fútbol, un resultado que le supo a poco por los méritos acumulados durante el choque.

El equipo de Diego Simeone fue mejor que su rival en el Estadio Olímpico de Roma, pero ni Antoine Griezmann ni Luciano Vietto, sus delanteros, tuvieron un día inspirado. El conjunto español lo hizo todo bien menos marcar.

El Atlético ya dominó mayoritariamente la primera parte. O, al menos, se jugó a lo que quiso. Se vieron sus señas de identidad, con un equipo muy agrupado y con movilidad arriba, y sólo le faltó efectividad. Sigue necesitando más de Griezmann. Tampoco le ayudó Vietto, quien en Roma perdió la oportunidad de reivindicarse.

Simeone eligió a Thomas como eje del equipo y el futbolista ghanés demostró que tiene condiciones para ocupar una zona tan vital. Cortó, no arriesgó balones y hasta supo incorporarse al ataque.

La Roma se mostró muy incómoda. Es un equipo en fase de reconstrucción y le está costando ensamblar todas sus piezas. Creó pocas oportunidades y las pocas veces que llegó se encontró con un seguro Jan Oblak bajo palos.

Saúl estrelló un balón en el poste a los tres minutos, aunque la ocasión más clara del Atlético antes del descanso llegó a los 33 minutos. Primero remató Koke desde cerca y Manolas sacó en la línea de gol. El balón fue a Griezmann, quien se encontró con la magnífica respuesta de Alisson.

La Roma saludó el descanso con gesto de alivio porque el empate fue un resultado que celebrar después de lo presenciado. Todo lo contrario que el Atlético, muy serio en la visita.

Nada cambió en la segunda parte, en la que el Atlético siguió dominando ante una Roma cada vez más replegada. Al conjunto rojiblanco sólo le faltó un delantero inspirado. No lo fue Vietto, quien a los 56 minutos desperdició un mano a mano ante Alisson.

El arquero de la Roma fue el héroe del partido y a los 64 minutos sacó un remate peligroso de Ángel Correa. El técnico italiano, Eusebio Di Francesco, vio la situación tan peligrosa que hizo un cambió inequívoco: quitó a un delantero, el francés Grégoire Defrel, para poner a un defensa, el argentino Federico Fazio.

De esta forma, el conjunto local ganó seguridad en defensa y al menos redujo el nivel de pesadillas. El Atlético siguió queriendo más, pero tropezó no solo contra su muro, sino contra la incapacidad de sus delanteros para marcar. Un resumen llegó ya en el descuento, cuando Saúl volvió a rematar al palo cuando tenía todo a favor para marcar.