Cruz Azul volvió a respirar en la Copa. Triunfo trabajado y contundente de 0-2 ante Puebla, que le da vida en ese torneo.
Con este marcador, los cementeros llegan a tres unidades, las primeras que ganan en el certamen, en tanto que los poblanos se quedaron con cuatro. Para lograr clasificar a la siguiente ronda, los azules deberán vencer en la última jornada a los Alebrijes de Oaxaca.
Pedro Caixinha vuelve a ver la luz. Después de la derrota ante el Atlas en la Liga, la credibilidad en el portugués se tambaleaba, no era cuestión de que alguien pidiera su cabeza, pero la realidad es que la presión comenzaba a subir y a poner nervioso a más de uno.
Cruz Azul ganó, no jugó su mejor partido, pero volvió al triunfo y eso ayuda a trabajar mucho más tranquilo. No hay que negar que la primera parte fue para el olvido para el conjunto capitalino, con un Puebla cuyo cuadro fue alterno, muy diferente al que se presenta en el Torneo Clausura 2018.
Enrique Meza decidió darle descanso a los jugadores que tan bien le han respondido, dándole oportunidad a su cuadro B, el mismo que le había gando hace 15 días a los azules en su propia casa por marcador de 1-3.
Ahora recibieron una probadita de su propia medicina.
Después de soportar un primer tiempo infumable, Cruz Azul se encontró con la fortuna de su lado. Martín Rodríguez mandó un balonazo por la derecha que se incrustó en la portería del portero Vikonis. Intentó centrar y acabó en gol, y eso despertó a La Máquina. Enseguida vino el tanto de Édgar Méndez y todo estuvo concluido.
Ahora vendrá la Liga, donde también se tiene que mejorar, pero con un triunfo, todo es más tranquilo. Redacción