Al Calor Deportivo

Real Madrid sufrió, pero remonta en el Nuevo Arcángel

El Universal

En un accidentado partido en que Cristiano Ronaldo acabó expulsado por agredir a un rival y Gareth Bale transformó un penal ganador a un minuto del final, el Real Madrid se salvó el sábado de un nuevo tropiezo en 2015 y ganó 2-1 en cancha del Córdoba, para seguir liderando una fecha más la clasificación de la liga española.

Al equipo blanco, que apenas había ganado dos de los seis cotejos que había disputado desde que cerrara 2014 con una racha de 22 triunfos en todas las competiciones, le tocó sufrir después de que Nabil Ghilas puso en ventaja al Córdoba con un penal a los tres minutos.

Pero Karim Benzema contrarrestó por el Madrid a los 27 con su novena diana del campeonato y, tras la expulsión de Cristiano a los 82, Bale convirtió un penal provocado por él mismo a los 89, ampliando la ventaja del cuadro merengue en la tabla de posiciones, que comanda con 48 puntos por los 44 del Barcelona y 41 del Atlético de Madrid.

El Córdoba, que solo ha ganado tres partidos en el campeonato, clasifica provisionalmente 14to.

La 20na fecha sigue con la visita del Barsa al Elche y del Rayo Vallecano al Atlético, y la jornada se completa con los cruces simultáneos entre Real Sociedad y Eibar y Villarreal y Levante.

El Madrid tiene, además, un choque pendiente correspondiente a la 16ta fecha contra el Sevilla, programado para el 4 de febrero.

Como en la primera vuelta en el estadio Santiago Bernabéu, el Córdoba volvió a plantar cara al Madrid, aunque en aquella ocasión finalmente perdiera por 2-0. Ya bajo el amparo de su hinchada, los blanquiverdes se fueron de inmediato por la yugular del equipo de Carlo Ancelotti y, apenas transcurridos 51 segundos, encontraron el premio del penal de Sergio Ramos, quien no consiguió retirar a tiempo el brazo en un disparo de Bebé.

La mano en el área, sancionada con retraso, situó a Ghilas a 11 metros de Iker Casillas, y el argelino no erró el lanzamiento, superando con autoridad la estirada del arquero, quien adivinó la intención.

Bien replegado pero con las ideas claras en ataque, el Córdoba siguió fiel a su esquema cauteloso sin renunciar al contragolpe, y casi encontró el segundo tanto en un zapatazo cruzado de Bebé, que lamió la parte exterior del poste derecho de Casillas.

Despistado atrás y sin la magia del lesionado Isco Alarcón en el mediocampo, el Madrid no acertaba a dar un paso adelante pese a las frecuentes apariciones del colombiano James Rodríguez, bastante menos lúcido desde el cambio de año.

Pese a sus reducidas prestaciones, el cafetero se las ingenió para manufacturar una buena acción con cruce de Sami Khedira para Bale, quien no logró rematar ante la oposición de José Crespo; y también originó el empate con el lanzamiento del tiro de esquina que peinó el galés y rebañó en el área chica Benzema.

Pero el Madrid seguía sin carburar y tampoco encontraba la inspiración habitual de Cristiano, muy desaparecido en la primera mitad y de tardío arranque en la segunda, cuando dos nuevos fogonazos locales casi inclinaron de nuevo la balanza del lado cordobés: un latigazo próximo al rincón del argentino Fede Cartabia tras error de Ramos y otra nueva cabalgada de Bebé, con tibia definición ante Casillas.

En el arco opuesto seguía inédito Juan Carlos Martín, mientras los visitantes se tambalearon de nuevo cuando Florin Andone le ganó un balón a Raphael Varane y recurrió al globo ante la apurada salida de Casillas, impactando la pelota en el travesaño.

Finalmente apareció Cristiano, aunque en versión limitada, para conducir un balón que Toni Kroos disparó desde lejos; y Benzema también se animó con un derechazo combado, bien repelido por el arquero.

La segunda aparición de Cristiano fue menos afortunada y definitiva para el portugués, quien cerró su pésimo partido con una fea patada a Edimar tras pugnar un balón en el área: roja directa.

Cuando el empate parecía el menor de los castigos para el Madrid, surgió la figura de Bale para generar un tiro libre al borde del área, lanzarlo para forzar la mano elevada (y expulsión) de Cartabia en la barrera y ejecutar fríamente el penal ganador ante Martín.