Al Calor Deportivo

Por una final de Champions sin errores

Kiev.— Es bien sabido que los detalles marcan una final, y la de la Champions League está repleta de argumentos para decantar la balanza hacia el Real Madrid o el Liverpool; aspectos que pasan por el orden táctico, la capacidad para definir u ocupar los espacios.

¿Quiénes o qué puede ser determinante en busca de otro título en el torneo de clubes más importante del mundo?

Cristiano Ronaldo. El Real Madrid necesita sus goles y liderazgo sobre el campo. Finiquitó la final del año pasado con dos tantos ante la Juventus y en esta edición lleva 15, si bien, no anotó en las semifinales ante el Bayern Munich, es la gran esperanza blanca.

Mohamed Salah. El punta del Liverpool está ante el partido de su vida y la posibilidad de consolidarse. Junto a Roberto Firmino y Sadio Mané, forma uno de los tridentes más espectaculares del mundo. Entre los tres marcaron 29 de los 46 tantos en 14 partidos del conjunto inglés en el torneo.

Los arqueros. Keylor Navas se rebeló contra las críticas y en la vuelta de las semifinales ante el Bayern Munich tuvo una actuación prodigiosa para llevar al Real Madrid a la final. El alemán Loris Karius presenta mucha dudas.

Marcelo. Todos saben lo decisivo que es para el ataque del cuadro blanco, por su técnica e imprevisibilidad, pero la presencia de Salah le obligará a elegir bien sus subidas y a aumentar exponencialmente un rigor táctico del que carece.

Posesión de balón. Real Madrid y Liverpool demostraron en las semifinales que no necesitan la posesión para conseguir el éxito. Sin embargo, será un bien preciado para el conjunto blanco, porque podrá defenderse con la pelota.

Ritmo de partido. Al Liverpool le interesa el ida y vuelta para poder explotar la velocidad de sus puntas.

Hambre de gloria. El Real Madrid acude a la final con dos Ligas de Campeones consecutivas y la posibilidad de ganar cuatro en cinco años. ¿Está ya saciado o mantiene intactas sus ansias competitivas?

Jürgen Kloop. Es uno de los grandes estrategas del mundo y hace cinco años humilló a los blancos, entonces dirigidos por el luso José Mourinho, para ganar 4-1 con el Borussia Dortmund alemán y decantar su pase a la final.