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Nicolás Larcamón, el genio detrás del Puebla

Con apenas 36 años de edad y al mando de la segunda plantilla más barata en la Liga MX, Nicolás Larcamón ha hecho del...

La atención mediática en la Liga MX se la lleva el Cruz Azul de Juan Reynoso y sus marcas, el América de Santiago Solari y sus triunfos, el regreso de Javier Aguire en Monterrey, y hasta la renovación de Ricardo Ferretti con los Tigres.

Pero en Puebla, en el equipo revelación del torneo, está Nicolás Larcamón, el técnico más joven del campeonato, quien —de la nada— salió para convertir a La Franja en un club a seguir y a tomar muy en serio.

Pero, ¿quién es Larcamón?

Nicolás Ricardo Larcamón nació hace 36 años en La Plata, Argentina. No jugó profesionalmente, no le alcanzó, pero —a pesar de eso— cuenta con un currículum respetable por los trabajo hechos en Chile, Venezuela y ahora México. “No llegué a debutar. Integré el plantel en Los Andes durante dos años, fui jugador, pero no me desarrollé como profesional, nunca logré consolidarme. Tuve lesiones, algo que me complicó bastante, pero no logré consolidarme por el nivel”, dijo, en charla con EL UNIVERSAL Deportes.

 

Larcamón inició su carrera en Venezuela, en el Deportivo Anzoátegui; después fue a Chile, donde trabajó con Antofagasta, Huachipato y Curicó. En todos, dejando muy buenas sensaciones: “La estadía en Chile es lo más relevante en estos seis años de carrera, además de un año y medio en Venezuela, donde fuimos subcampeones y entramos a las copas internacionales”.

 

Esa fue su carta de presentación para llegar a México: “No tuve que convencer a nadie para venir. Fue una decisión de los que me fueron a buscar con base en los resultados que alcancé, por la expresión de mis equipos antes de llegar a Puebla”.

El estilo que ha implantado, ofensivo en su máxima expresión, no se lo debe a nadie, no se considera Bielsista o Menottista, aunque tampoco presume que exista el Larcamonismo: “No tengo una persona que sea una guía. Hay entrenadores de perfil ofensivo, que son los que más me llenan los ojos, pero la realidad es que la propuesta que desarrollamos está muy estructurada y la fui construyendo desde los inicios de mi carrera. Ustedes hablan del Larcamonismo, pero yo sólo entreno a un equipo y le tratamos de implantar un sello”.

No se vuela, no se crece, no se ve en Liguilla, ni realiza promesas al aire: “Puebla está para ganar el siguiente juego, para eso nos alcanza, para tratar de ganar el próximo juego, no dejar volar la cabeza mucho más allá. Hoy, lo importante es el juego que sigue, el ir partido a partido”.

Se siente feliz en México, y sólo le falta “vivir los juegos con gente, es algo que añoro”.