Ganó el proyecto más funcional

La construcción del Estadio Azteca costó 170 millones de pesos, involucró a 800 operadores, 34 ingenieros, 15 técnicos y 10 arquitectos y duró cuatro...

CIUDAD DE MÉXICO, mayo 28 (EL UNIVERSAL).- La construcción del Estadio Azteca costó 170 millones de pesos, involucró a 800 operadores, 34 ingenieros, 15 técnicos y 10 arquitectos y duró cuatro años, sumando un total de siete millones de horas-hombre.
Fue parte de un proyecto que ganó a otros dos. La sobriedad y la funcionalidad que propusieron Pedro Ramírez Vázquez y Rafael Mijares se impuso.

“Los tres aspectos fundamentales que le otorgaron la hechura del proyecto fueron: uno, ningún obstáculo a la visibilidad desde ningún punto, perfecta”, resalta el residente de la obra Luis Martínez del Campo.

“El dos fueron los palcos, por su sobriedad y presentación. Tenían 12 asientos de cupo y en tres anillos cubiertos por las graderías superiores, independientes de las graderías generales. El tercer punto fue un techo en cantiliver sin postes enfrente. La techumbre tiene 50 metros de costado y a 20 en la cabecera”, señala.

Martínez del Campo asegura que la inauguración del Coloso estaba pactada para 1964, pero por problemas económicos y hasta políticos se retrasó.

Primer gol no fue de Arlindo. Había que probar la cancha del Estadio Azteca, ahí cayó el primer gol del recinto. Y no fue el de Arlindo al Torino.

“Jugamos cascaritas. El primer gol fue de un ‘garrochón’ que teníamos en la obra, brincó para despejar, pero nos hizo la anotación, preciosa, por cierto”, recuerda Martínez del Campo.
“Fue uno de los héroes anónimos, que para ellos tengo gratitud y admiración por lo que creamos”, describe.

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