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El Rose Bowl, otra casa del Tricolor

El vetusto estadio sirve para el entorno comercial que rodea a la Selección

La modernidad es común en los estadios de la Unión Americana que suelen albergar los partidos de la Selección Mexicana, pero hay uno que contiene una magia especial, pese a que fue construido hace 117 años.

El Rose Bowl de Pasadena, California, sede del debut del Tricolor en la Copa Oro 2019, el sábado frente al representativo de Cuba, es la genuina casa del equipo hoy dirigido por Gerardo Martino, del otro lado de la frontera.

Sus escaleras son vetustas, al igual que las gradas. Pero el tener capacidad para casi 90 mil personas y estar en el área conurbada de Los Ángeles lo hacen muy atractivo para el entorno comercial que acompaña al Tricolor.

El de pasado mañana contra los caribeños será el duelo 15 de la Selección Nacional en ese famoso inmueble.

La marca del combinado mexicano es de ocho victorias, tres empates y tres derrotas. Todo comenzó hace un cuarto de siglo, el 4 de junio de 1994, cuando los entonces dirigidos por Miguel Mejía Barón cayeron ante Estados Unidos (0-1) en un juego amistoso.

La primera victoria llegó el 19 de enero de 1997, 2-0 sobre el acérrimo rival en la Copa USA.

La presentación en juego oficial se dio el 19 de enero de 2002, contra El Salvador en la Copa Oro (1-0), con Javier Aguirre como director técnico.

Más de nueve años después, el 25 de junio de 2011, el Tricolor se proclamó monarca de la Concacaf, bajo las órdenes de José Manuel de la Torre, al superar 4-2 a Estados Unidos.
El Rose Bowl albergó otro gran éxito tricolor sobre sus principales contrincantes la noche del 10 de octubre de 2015. Un gol del lateral derecho Paul Aguilar, en tiempo extra, permitió al equipo entrenado por Ricardo Ferretti imponerse (3-2), llevarse la Copa Concacaf y clasificar a la Confederaciones Rusia 2017.

El viaje en la más reciente Copa Oro concluyó sobre su añejo césped, con una inesperada derrota frente a Jamaica (0-1), en las semifinales, el domingo 23 de julio de 2017.

Porque se trata del campo más recurrido por la Selección Mexicana en Estados Unidos, aunque no siempre le trae gratos recuerdos