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El grito de «Eeeh put..», no se repite ni en broma

A pesar de saberse visitantes y que serán superados en número en las tribunas de la Arena Kazán, los aficionados mexicanos son los que...

KAZAN, Rusia, junio 24 (EL UNIVERSAL).- A pesar de saberse visitantes y que serán superados en número en las tribunas de la Arena Kazán, los aficionados mexicanos son los que ponen el ambiente a las afueras del inmueble que prevé tener un lleno.
Una pequeña orquesta toca música que va desde el «New York» de Frank Sinatra, hasta el «Despacito», en la explanada principal de la Arena, música que es acompañada con el baile de las voluntarias, pero de un momento a otro la calma se rompe con la llegada de los aficionados de Destino Tricolor que con diferentes tipos de cánticos y porras sorprenden a los entusiastas pero fríos fanáticos rusos.

El grito de «Eeeh put..», no se repite ni en broma. No hay quién lo ejecute.

La lección está más que aprendida: «Ya les dimos muestras de que podemos comportarnos bien, que no nos gusta que nos amenacen ni nada. Ya no se gritará», dice uno de los integrantes del Destino.

Para este juego, nadie de la FMF se les acercó, «pero ya sabemos que nosotros debemos de seguir con este comportamiento».
Aparece el «Cielito Lindo» y algún ruso trata de defender su territorio gritando «Rossiya Zhiva» (Viva Rusia) que se pierde entre las gargantas mexicanas, que reiteran no gritarán ninguna ofensa en la tribuna, «a nosotros no nos prometieron nada a cambio, tenemos buena relación con los de la Federación, pero nada más».

Aunque hay quienes aseguran que por lo menos les dan prioridad a la hora de comprar los boletos y reservas hoteles y aviones.
La popular Ola Verde se asoma. Todos saludan a Gabriel, su líder, quien es de los que más ha viajado con el Tricolor desde hace más de 10 años. Gabriel y su esposa Adriana, aseguran que no habrá nada de qué preocuparse, «creo que sea cosa es parte del pasado, ya ni siquiera hay que hablar de ello».

Los rusos se rinden ante el estruendo mexicano, «pocos pero escandalosos», y ya derrotados se unen a la celebración, cantando y gritando palabras que nunca había oído, que ni alcanzan a comprender.

Ya dentro del estadio, de la Arena Kazán, será otra cosa, pero afuera el primer gol lo ha anotado la afición mexicana, y lo hizo sin gritar… lo que no se puede gritar.