Al Calor Deportivo

‘Chaco’ está amargado y dolido

El Universal

Hasta después de fallar aquel penalti que noqueó al Cruz Azul en la trágica tarde contra los Tigres, Christian Giménez fue arropado por el lastimado pueblo celeste. Se trata del más reciente símbolo cementero, al que le queda medio año de vínculo en la institución, mas se pone en manos de los altos mandos, quienes ya trabajan en la conformación del plantel con el que encararán el Apertura 2016

“Estoy en manos de la directiva, no estoy en condiciones de [pedir] nada”, acepta el ‘Chaco’, quien anotó cinco goles en el actual torneo. “Si la directiva me dice que tengo que dar un paso al costado, lo aceptaría… Y los resultados ahí están.

“Me siento muy dolido por la situación. Me quedan seis meses más de contrato y es muy duro, difícil. No se trata de hacerse la víctima, sólo hay que dar la cara”.

A final de cuentas, su deseo y entrega no han alcanzado para fulminar esa racha de 18 años y medio sin títulos de Liga que asfixia a cruzazulinos dentro y fuera del campo.

Tras su exitoso paso con el Pachuca, el atacante argentino —naturalizado mexicano— llegó a La Máquina para el Bicentenario 2010. Obtuvo la Copa hace tres años y fue clave en la conquista de la Liga de Campeones de la Concacaf 2013-14, aunque sólo ha disputado una final en la hoy llamada Liga MX: esa que el club perdió de manera inverosímil frente al América (Clausura 2013).

Es por eso que no se atreve a sentirse intocable en una posible salida masiva de jugadores, con tal de modificar el terrorífico pasado reciente vivido por el equipo.

“No tengo ni el nombre ni los honores para eso”, ataja. “Llevo seis años, fracaso tras fracaso, acá y no puedo decir algo. Hoy, estoy en manos de la directiva”.

“Cuando te das cuenta que las cosas no van bien, que no le respondes a la gente… Siempre he sido muy leal con mi profesión”.

Le lastima no darle a la institución ese objetivo por el que fue contratado hace seis años y medio. Se sabe querido por la gente, aunque también que hace falta esa Liga. “Son muchos fracasos y no hay explicación, ni para la gente ni para nosotros”, admite. “La gente quiere hechos. [Los jugadores] estamos dolidos, quizá más que ellos.

“Tengo que hablar con el presidente [Guillermo Álvarez]. La gente me quiere mucho, yo a ellos, a la institución y al presidente. Estoy muy amargado y dolido”.

Por lo que acatará lo que se decida para él.