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Brizio dice que no hubo robo arbitral

Brizio explica que la Comisión Disciplinaria debería actuar de oficio para sancionar las declaraciones del timonel americanista y hacer cumplir los reglamentos vigentes en...

CIUDAD DE MÉXICO, octubre 28 (EL UNIVERSAL).- Las acusaciones de “robo” de Ricardo La Volpe, técnico de las Águilas del América, hacia el arbitraje del pasado Clásico Nacional en las semifinales de la COPA MX sólo sirven para encubrir las “deficiencias técnicas y tácticas” que presentó el cuadro de Coapa, mismas que provocaron su eliminación, de acuerdo con el ex silbante Arturo Brizio.

El “Bigotón” hizo énfasis en que el gol de empate de Chivas cayó en fuera de lugar. La convalidación de esa anotación derivó en la tanda de penaltis, en la que cayeron los azulcrema.

“Es un fuera de juego apretado, difícil de juzgar. Es sancionable, pero no es un robo arbitral”, considera el mundialista Brizio, comentarista de Televisa, empresa dueña de las Águilas.

“Los errores arbitrales de los asistentes, quizá la función más ingrata en el futbol, se deben a falta de concentración. O no estaba bien colocado o suficientemente concentrado y se le escapó esa situación [el tanto de Alan Pulido]”, añade el analista.

—¿Daña al gremio arbitral que La Volpe acuse un “robo”?
“Afortunadamente, el público y los medios no se chupan el dedo. Hablar de robo arbitral denigra a quien la hace y a su institución, porque yo también le podría cuestionar al señor La Volpe por qué sacó a Oribe Peralta o cualquier situación técnica. No se vale, hay un Código de Ética que no se cumple. No se vale querer tapar las incapacidades técnicas o las incapacidades tácticas, o de no saber cobrar un penalti, como sus jugadores, escudándose en un error arbitral”.

Brizio explica que la Comisión Disciplinaria debería actuar de oficio para sancionar las declaraciones del timonel americanista y hacer cumplir los reglamentos vigentes en el futbol mexicano, que conminan a la caballerosidad.

“Las faltas de respeto no deberían ser acusadas por nadie cuando son evidentes y públicas. Todo mundo escucha lo que dijo el técnico. La Disciplinaria tendría que actuar de oficio, pero en México, eso no sucede”, lamenta.