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Arrebatan puntos al distraído Tigres

Los Monarcas se abren paso entre los mejores de la competencia al aprovecharse de unos distraídos Tigres, a quienes les arrebataron el triunfo en...

MORELIA, Mich., septiembre 16 (EL UNIVERSAL).- Los Monarcas se abren paso entre los mejores de la competencia al aprovecharse de unos distraídos Tigres, a quienes les arrebataron el triunfo en medio de un festival de goles (3-3].

Con el reparto de puntos en la novena jornada de Liga, el Morelia dio revés a la etiqueta de víctima, para llegar a 13 puntos, mismos que ostentan los regios.

Partido electrizante en el estadio Morelos. Intensidad por ambas plantillas que chascaron las emociones entre yerros.

Pese a que los felinos iniciaron el partido con una ofensiva intimidante, encabezada por el francés André-Pierre Gignac, se les notó incómodos, aún con el acarreo que ocasionó la eliminación de Copa. Las inseguridades explotaron de un momento a otro, en un penalti provocado por una mano de Jürgen Damm (19’). El árbitro central Paul Delgadillo no dudó en marcar la pena máxima. Al cobro, el peruano Raúl Ruidiaz, quien hiló la mala fortuna con el rechace del portero argentino Nahuél Guzmán, sin embargo, Jesús Dueñas firmó las pifias anteriores con un autogol.

La zona técnica de los visitantes se vio inmersa de los gritos y del típico semblante feroz de Ricardo Tuca Ferretti. Los regaños hicieron efecto y en ocho minutos rugieron con la remontada (1-2), con anotaciones de Javier Aquino (22′) y del ecuatoriano Enner Valencia (30′).

Morelia trató de ponerse a la par de la millonaria plantilla norteña. Darse por vencidos no estaba en el esquema de su técnico Roberto Hernández. La igualada parcial era restregada por Ruidiaz (55′). Un desquite por su fallo desde los once pasos.
Polémica. La escuadra felina fue beneficiada de un fallo arbitral, por un fuera de lugar del extremo Aquino, quien convirtió su segundo gol de la noche (56′).

El 2-3 en su contra no tumbó a la monarquía y Ángel Sepúlveda dio el latigazo final para sentar a los felinos que ya comenzaban a rugir en casa ajena.