Muchos aseguran que el América ya no tiene el peso de antes en la Federación Mexicana de Futbol. Pues parece que sí.
Hay quienes aseguran que los dimes y diretes protagonizados por Miguel Herrera, técnico de las Águilas y el árbitro Cesar Ramos Palazuelos al término del juego frente a León del pasado lunes, trajo consecuencias para el silbante.
Cesarín estaba designado para dirigir en esta Jornada 15, pero a la hora de la verdad presiones procedentes de Coapa cayeron sobre la Comisión de Arbitraje, porque no les gustó para nada que el mundialista evidenciara o se burlara del Piojo, como lo quiran ver, por aquella final que perdió ante Monterrey y debido esa razón decidieron mandarlo a la banca esta jornada.
El América pesa, aunque crean que no. Eso dicen.