Durante muchos años, el América —cada vez que necesitaba a un jugador, casi siempre un extranjero probado— volteaba al norte, a Tijuana, porque los Xolos se habían vuelto su ‘catador oficial’.
Los nombres de Pablo Aguilar, Guido Rodríguez, Darío Benedetto, Henry Martín, Emanuel Aguilera son pruebas fehacientes. Pero eso ya se terminó.
Con la nueva sociedad que hay entre Grupo Caliente y los Gallos Blancos del Querétaro, las reglas han cambiado, y la primera mano en eso de dar y recibir jugadores estará entre los nuevos “hermanos futbolísticos” y después que gire el mundo.