Se ha tratado de echar la culpa a todos sobre lo que le pasó a Víctor Guzmán.
Que si el Pachuca, que si las Chivas, que si el laboratorio antidopaje en Cuba o el que había en México. Pero si se confirma el positivo del futbolista, el único culpable será él.
Nos cuentan que en el Pachuca le taparon muchas indisciplinas o malas costumbres, como la de irse después de cada juego oficial a Tonalá, Jalisco, su ciudad natal, y regresar horas antes del próximo entrenamiento del equipo, en estado muy inconveniente.
Gracias a su gran calidad, los Tuzos lo cubrieron, pero… Ya ven cuáles fueron las consecuencias finales.