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El Necaxa y su estigma de equipo “vendido”

Los Rayos fueron señalados de haber entregado la final del Verano 2002 al América, cuando ambos pertenecían a Televisa, por órdenes del dueño

En los 90, en los 2000, cada vez que América Necaxa se enfrentaban las dudas se abrían. Como clubes de la misma empresa —Televisa—, su accionar siempre desataba dudas… ¿Uno se dejaba ganar para el beneficio del otro?

Todo esto llegó a su clímax en la final del Verano 2002, cuando Rayos y Águilas jugaron por el título. En el duelo de ida, el  Necaxa, dirigido por Raúl Arias ganó 2-0, con goles de Víctor Ruiz y Luis Roberto Alves Zague, pero en la vuelta se escribió la leyenda urbana: después de un 0-0 en la primera parte, el  América igualó en la segunda y ganó en tiempo extra con gol de oro. ¿Hubo orden desde Televisa para que el América ganara? ¿Qué fue lo que realmente pasó en ese vestidor en el entretiempo?

Ángel Sosa, el Rambo, estuvo ahí, era delantero del Necaxa y afirma… “Nada de eso sucedió, nada de que nos vendimos, ni de que hubo órdenes”, aunque lo acepta, “todos los necaxistas que jugamos esa final,  cargamos con ese estigma para siempre”.

 

La rivalidad era fuerte en aquellos años, “en primer lugar, queríamos ganar para que no nos dijeran que éramos el hermano pequeño y en segundo, si tenías un buen torneo, y te dabas a notar en esos juegos, podrías  firmar el siguiente torneo con el América”.

El Rambo recuerda  lo que ocurrió en ese juego. “En la ida les habíamos dado un baile, la verdad es que ni nos vieron y en la vuelta, también, aunque el Azteca estaba vestido de amarillo… Se nos caía encima”.

Hubo dos jugadas claves que definieron la serie: “[Adolfo] Ríos me sacó un remate en el primer tiempo que pudo matarlos, y en el segundo le sacó un balón imposible al colombiano Carlos [Gutiérrez], un tiro que se le va en medio de las piernas a un defensa del América, creo que [Ricardo] Rojas, y con las uñas desvía. ¿Cómo vamos a teatralizar eso? No entiendo cómo alguien puede pensar que pudo pasar algo así… Nada, ninguna orden vino de Televisa, el América ganó”.

Cuando cayó el primer gol, “un centro larguísimo del Gringo [José Antonio Castro] que techó a todo el mundo, Nico [Navarro] no salió y Cristian Patiño llegó para meter el primero…En ese momento el Azteca se encendió, se nos vino el mundo encima, todo era América… El Azteca jugó en contra, además, el gol del empate de [Iván] Zamorano fue en fuera de lugar. Y ahí pues nos caímos la verdad, y se quedó para la historia esa final”