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El consumo de drogas, problema de salud pública a nivel mundial

Los especialistas Herlinda Aguilar y Jonathan Castañeda, abordaron el tema dentro de la “Semana Cultural y Deportiva Regional 2021”

Por Santiago Morales Ortiz

El consumo de drogas es un problema de salud pública a nivel mundial, que ha aumentado en los últimos 20 años, afecta no solo a la persona que consume, sino a la familia y a la sociedad, ocasionando alteraciones a nivel físico, psicológico y social.

El tema fue abordado por los especialistas Herlinda Aguilar Zavala y Jonathan Castañeda Hernández, dentro de la “Semana Cultural y Deportiva Regional 2021”, organizada por la vice rectoría del campus Coatzacoalcos-Minatitlán de la Universidad Veracruzana.

En el Primer Foro de Adicciones, “Si a una vida saludable”, la Psicóloga Clínica con doctorado en Ciencias Médicas, adscrita a la Universidad de Guanajuato, abordó el tema “Convivencia con padres adictos y sus afectaciones a nivel neurológico”, en tanto que el psicólogo Jonathan Castañeda Hernández, tocó el tema “Atención Plena a la Adicción”.

Sobre alteraciones neurocognitivas en adolecentes relacionadas con la convivencia con padres adictos, se indicó que se define como un “un patrón desadaptativo de consumo de sustancias que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativos, que refleja en la reducción de importantes actividades sociales, laborales o recreativas debido al consumo de las sustancias.

Se indicó que la Organización Mundial de la Salud establece que a nivel mundial, entre 162 y 324 millones de personas, es decir el 3.5 % al 7.0% de la población de entre 15 y 64 años, consumieron por lo menos una vez droga ilícita, principalmente del grupo del cannabis, los opioides, la cocaína o los estimulantes de tipo anfetamínico, que el consumo de drogas problemático se mantiene estable en una cifra situada entre los 16 y los 39 millones de personas.

Se estableció que los factores que predisponen al consumo de drogas, son un ambiente familiar violento, las desventajas sociales, contextos familiares de descuido, amigos consumidores, desorganización social, desintegración familiar, lo que provoca en los jóvenes un pobre control de impulsos, predisposición genética, antecedentes de abusos, poca tolerancia a la frustración, problemas de lenguaje, deserción o reprobación escolar, baja autoestima y problemas psiquiátricos.

En el caso de la Atención Plena, se indicó que la conciencia surge de prestar atención, de forma intencional a la experiencia tal y como es en el momento presente, sin juzgarla, sin evaluarla y sin reaccionar a ella.

Que el interés de los neuro-científicos va en aumento porque se ha corroborado los efectos que la atención plena tiene en el cerebro y en el cuerpo, así como sus funciones en la forma de relacionarse, los pensamientos y las emociones.

La atención plena tiene como principal foco la respiración que ayuda a la reducción del estrés, con terapia cognitiva para prevenir recaídas en depresión. Se busca la prevención de recaídas en conductas adictivas.

Se agregó que la adición se ha convertido en un problema moral, con personas responsables en su hábito nocivo, con culpabilidad y vergüenza por su consumo, y no es muy probable que busquen ayuda debido a su miedo a ser rechazados y castigados.

Al final muchos de estos pacientes o bien son forzados a buscar tratamientos o son encarcelados por consecuencia de algún delito relacionado con las drogas, aumentando su propio estigma y vergüenza.

En el ámbito clínico, se dijo que se trata de ayudar a las personas con conductas adictivas a que ven las cosas como son, en reconocer, sentir y aceptar el malestar cuando éste surja, que la práctica de la atención plena también favorece en darse cuenta de la naturaleza cambiante de las cosas.

Se trata de un enfoque compasivo que enfatiza la aceptación: mostrarse abierto, más que la culpabilidad, la censura y la vergüenza por la conducta.

También se indicó que la atención plena proporciona un estado de conciencia meta-cognitiva, en la que se puede ver el cuadro total, que brinda un mayor sentido de capacidad y libertad de elección que puede disminuir las recaídas. La elección consiente ayuda a disminuir estados emocionales negativos cuando se está luchando contra las conductas adictivas.

Finalmente se mencionó que el tratamiento Mindfulness, es una habilidad congnitiva especialmente eficaz para la práctica de la prevención de recaídas. Que si las personas consiguen desarrollar esta capacidad mediante la práctica sistemática de la meditación, pueden conseguir “desprenderse” así mismos del señuelo de las tendencias, deseos o racionalizaciones congnitivas que de otro modo, podrían llevarlos a una recaída.

El psicólogo, Jonathan Castañeda Hernández, durante su participación.