Al Calor Deportivo

Cruz Azul derrota a Lobos y termina invicto en el Azteca

Cruz Azul se va invicto en su cancha y se aferra al liderato. La Máquina Cementera derrotó 2-1 a Lobos BUAP en un juego que pareció de trámite dada la gran superioridad del cuadro cementero sobre el de Paco Palencia.

Lobos se fue adelante en el marcador con tanto de Leo Ramos pero Cruz Azul dio la vuelta con anotaciones de Martín Cauteruccio y José Madueña. Con esto La Máquina se aferra más a la punta con 33 puntos y los poblanos se quedaron en 16, rompiendo su racha de seis juegos sin perder.

Tan fácil vio el juego, que Cruz Azul prefirió irlo perdiendo para darle la vuelta. En cuatro ocasiones la Máquina, con un juego lleno de vértigo y claridad, le tocó la puerta a Toño Rodríguez, portero de Lobos y en las cuatro, se agigantó.

 

Primero a cabezazo de Édgar Méndez. Después a un tiro-centro de Elías Hernández. Enseguida a un remate con la cabeza de Julio César Domínguez y un contrarremate de Igor Lichnovsky.

Y Lobos, lleno de buena fortuna, además de un goleador de sepa, se fue arriba con la única ocasión que pasó medio campo. Un largo centro de Anthony Chirinos, rematado por Leo Ramos y su gran productividad.

 

Así, con el marcador en contra Cruz Azul entendió que tenía que ser más claro y más contundente. La repuesta vino por afuera y terminó por dentro. Édgar Méndez tiró dentro del área, la pelota pegó en la defensa y le quedó servida a Martín Cauteruccio quien ahora sí fusiló a Rodríguez.

Ya abierto el caparazón, sólo era cuestión de tiempo para que entraran más invitados. El mérito del equipo de Pedro Caixinha es que no bajó el ritmo, no se conformó.

Antes de que terminara el primer tiempo José Madueña por la derecha culminó una jugada que Elías Hernández comenzó por la izquierda. Con el marcador a favor y con amplia superioridad en todos los sentidos, Cruz Azul hizo lo que más le gusta, se dejó llegar para alargar el campo y explotar la velocidad de sus extremos.
Así Cauteruccio tuvo dos que desperdició, así también falló Pablo Aguilar en sus incorporaciones, así también Alvarado quedó a deber. Pero era solo un gol de diferencia. Suficiente para empatar la marca de puntos conseguidos como local que impuso en el Invierno del 98, pero corto para asegurar la victoria.

Palencia echó a sus Lobos para adelante. Su poco arsenal lo puso a disposición de la ofensiva, en busca del empate. Por esa falta de contundencia Cruz Azul sufrió al final del juego, Ramos estuvo a punto de empatar, pero como dice Caixinha, hay que saber sufrir y esta Máquina sufre, pero ya no llora.