Al Calor Político




VISÍTANOS DESDE TU MÓVIL
Al Calor Deportivo

¿Por qué las leyendas de la lucha libre todavía no se retiran?

Cuatro leyendas del pancracio admiten que no se retiran por el gran amor que les tienen los fans

Decir adiós (en cualquier ámbito de la vida) no es fácil, pero la decisión se complica más cuando tienes que despedirte de lo que te hizo trascender, como es el caso de Tinieblas, Mil Máscaras, El Solar y Blue Demon Jr., quienes no se han retirado de la lucha libre, porque subir al ring para recibir golpes y el apoyo de la afición les genera la motivación para seguir.

“Es muy difícil pensar en el retiro cuando estás dentro de la lucha libre. Es como una droga, te come, te abraza y no te suelta”, afirmó Demon Jr., de 57 años de edad, en entrevista exclusiva con EL UNIVERSAL Deportes.

El Solar, con 67 años de edad y 48 en el pancracio, dice que “la gente hace que no me retire”, porque el aficionado le dice “eso es lucha, lucha de la de antes”.

 

Al ser un deporte de contacto, en el cual arriesgan su vida con lances y dependen de la movilidad en el encordado, entienden que —conforme avancen los años— más cerca estará la fecha de subir por última vez al ring y deben despedirse con dignidad.

“Cuando uno sienta que no tiene ya las cualidades, debe irse a la casa”, señaló Mil Máscaras (81 años de edad).

Frase con la que concuerda Tinieblas, quien a sus 84 años de edad acepta que “ya no es lo mismo, ya corro más despacio, mis movimientos no son tan ágiles como antes, y no quiero que la gente me comience a gritar ‘¡ya estás viejo, retírate!’”. Aunque no ha dicho oficialmente adiós al pancracio, afirma que “me estoy yendo sin avisar, poco a poco”, y hoy asiste a las arenas para seguir inyectándose de las ovaciones.

“Me siento bien, convivo con gente y saben que estoy vigente. Estoy feliz, porque la gente me llama para comprarme productos de lo que antes usé”, sentenció, en charla con EL UNIVERSAL Deportes.

Giras del adiós y luchas de homenaje claro que están en la mente de estas cuatro leyendas del pancracio, porque las personas que están debajo de la máscara no son inmortales, como sí lo serán sus personajes en la historia del deporte y en la memoria del aficionado. (Con información de Leobardo Vázquez Hernández)