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‘Mantequilla’ Nápoles, un breve y último adiós

El púgil cubano-mexicano fue despedido por su círculo más íntimo, además de Mauricio Sulaimán, presidente del CMB

José Ángel ‘Mantequilla’ Nápoles fue despedido por última vez por su círculo más íntimo: sus hijos, nietos, sobrinos y el resto de su familia más cercana en el panteón civil Dolores, ubicado al poniente de la Ciudad de México.

Una hora duró el entierro de Nápoles, un cubano que se consagró como boxeador en México, donde llegó casi como exiliado, luego de que huyera de la isla porque Fidel Castro declaró ilegal el boxeo profesional cuando asumió el poder al final de los 50.José Ángel, por aquel entonces, ya llevaba ocho combates como profesional.

«Fue mi primer héroe, mi primer ídolo en el boxeo»,recordó Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo. «Deja un legado para la eternidad, como uno de los mejores welters de su época».

Contados medios se acercaron al entierro y los que se asistieron se encontraron con el panteón cerrado. La familia decidió realizarlo en intimidad, tal y cómo fue su funeral, precisamente la madrugada del viernes.

Solo Sulaimán y Rafael ‘Bazooka’ Limón,  dos veces campeón de los superpluma, estuvieron presentes en el entierro. Limón fue uno de los amigos más cercanos de Nápoles, que prácticamente pasó el viernes y el sábado con él acompañándolo en su último adiós.

«Falleció de un infarto el viernes. Por un lado, nos deja tranquilos que ya no esté sufriendo. El país siempre lo recordará por todas las alegrías que les hizo pasar», sostuvo Pedro Nápoles Palencia, uno de los hijos del fallecido púgil.

‘Mantequilla’ Nápoles arrastraba una serie de enfermedades en sus últimos años de vida. Padeció los estragos de la diabetes y ya mostraba algunos signos de Alzheimer. Además sufrió los estragos de  la mala administración de su fortuna, la cual lo llevó a sufrir diversos problemas económicos.

Aproximadamente 120 personas entre familiares, amigos y miembros de la comunidad boxística asistieron a la capilla García López, ubicada en el Centro de la Ciudad de México, para despedir al expeleador. Ahí asistieron el ex boxeador Carlos Zárate y el Comisionado de boxeo de la Ciudad de México, Ciro Nucci. 
«Fue uno de los boxeadores más estilizados que vi pelear, junto ‘Sugar’ Ray Robinson. El boxeo perdió a uno de sus grandes campeones sin duda. No hay un boxeador en este momento que tenga el sello de ‘Mantequilla'»,sostuvo Nucci. 

Nápoles perdió la vida, coincidentementemente en el aniversario 50 de una de sus grandes peleas: cuando derrotó a Emile Griffith por decisión unánime, que le permitió retener sus títulos welter del CMB y AMB.