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Las dinastías familiares en la lucha libre

Black Warrior Jr., quien murió este jueves a los 24 años de edad, era parte de una de ellas

La lucha libre mexicana está poblada de hazañas e historias que rebasan los límites de los encordados. Y en ella, las dinastías son la base de un legado que por muchas décadas se ha construido en todas las arenas del país.

Black Warrior Jr., quien murió este jueves a los 24 años de edad, era parte de una de ellas. Heredero de Black Warrior, abrazó esta profesión de forma natural para unirse a personajes ligados a su familia por varios lazos. Nieto del legendario Mano Negra, era sobrino de Blue Panther y compartía el mismo parentesco con Mano Negra Jr. y Sanely, luchadora de la nueva generación del Consejo Mundial de Lucha Libre, donde también destacan sus primos: Blue Panther Jr. y The Panther.
Ya como profesional, unió su apellido al de los Casas, otra familia de abolengo en el pancracio, convirtiéndose en yerno del Negro Casas y Dallys, estetas que también pertenecen al CMLL.

UNA HISTORIA DE LEGADOS

Así se tejen las historias en el pancracio mexicano.

Familias que entregan su vida a la lucha libre y que se renuevan generación tras generación sobre los enlonados. Los Casas, familia política del recién fallecido, es una de las más grandes en talento y número. Don Pepe Casas, ex luchador y réferi profesional, fue el precursor del gusto por los azotones en su hogar. Le siguieron la huella sus hijos, el Negro Casas, Felino y Heavy Metal. Más tarde, se unieron al clan Tiger: Puma, Dany Casas, Canelo Casas, Rocky Casas y Destroyer. Muy cercanos a ellos, crecieron los Alvarado.

Dinastía numerosa que comandó Shadito Cruz y que tuvo en sus vástagos a los Brazos. Seis luchadores de mucho prestigio entre los que destacaron un poco más Brazo de Plata, Brazo de Oro y El Brazo. Fue apenas el inicio. Psycho Clown, La Máscara, Robin, Máximo, Goya Kong y Muñeca de Plata, entre otros, continúan defendiendo a su estirpe luchística.

Y si de prestigio se trata, los Villanos, con Ray Mendoza a la cabeza, forjaron una carrera bañada de gloria. Cinco de sus hijos aprendieron de su ejemplo que la lucha libre era su destino y la practicaron al más alto nivel. Solo el Villano IV sigue vigente, pero lo acompañan en la aventura sus sobrinos Villano V Jr., Rokambole Jr., y los hijos del Villano III.

Son apenas algunos ejemplos de dinastías en la lucha libre, quizá las más famosas, pero en cada rincón de México hay historias similares, todas impregnadas de una pasión inquebrantable por la lucha libre.