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La peor batalla de Diva Salvaje ha sido fuera del ring

Comenta que en el enlonado pelea uno a uno contra cualquiera, pero abajo no es sencillo, porque todavía hay gente que no acepta la...

La batalla más difícil que ha enfrentado la persona que da vida a Diva Salvaje ha sido abajo del ring, defendiendo el derecho a vivir sus preferencias sin ocultarse detrás de una máscara.

Quizá por eso, cuando encaró el reto de ser profesional de la lucha libre en su natal Saltillo, Coahuila, tampoco enmascaró a Diva Salvaje, aunque sí tuvo que dotarla de una fuerte armadura, olvidarse de ser intocable, para darle paso a su carácter recio, ese que le ha mantenido por más de una década en la Ciudad de México, a donde llegó armado solo con deseo y preparación.

Siempre tuvo claro enfrentar la aventura en el pancracio como gladiador exótico. Sin darle la espalda a su esencia, a sus preferencias, a su deseo de brillar, sin opacar su realidad.

“Arriba del ring, como quiera te defiendes, porque si el otro es luchador, yo también lo soy y lo demuestro… Es más fácil”, acepta, en entrevista con EL UNIVERSAL Deportes

Pero lejos del enlonado no es tan sencillo. “Hay que batallar más con la gente. Tal vez ya no tanto, porque han aprendiendo a ver que existimos los gays, hombres y mujeres. La gente se ha ido educando, al menos en la Ciudad de México, porque en otras partes del país todavía es más duro. Sí, la lucha más difícil es con la sociedad”, acepta.

Enfermero de profesión, renunció a esa pasión y al apego por su familia para intentar ser estrella, y lo ha logrado. Por eso, tiene ganas de celebrar, grita fuerte el orgullo de ser diferente en el cuadrilátero. “[Estoy] contento porque estamos en un mes importante, es el mes del arcoíris, el mes del brillo, en el que todas las personas de la comunidad salimos y somos quienes somos. Muchos están todavía detrás, pero hay que ser feliz de la manera que eres”, aconseja.

Advierte que ser luchador exótico no lo hace menos, “porque amo y respeto mucho la lucha libre. El luchador exótico representa la sal y pimienta, pero sin caer en lo corriente. Hay que desarrollar tu rol, tu género, con dignidad, no denigrarlo”.

Lucha sin descanso arriba y abajo del ring por sus derechos, por su comunidad.