Al Calor Deportivo

El porvenir de los autos es silencioso

En los primeros días del automovilismo deportivo, las pistas de carreras fungieron como terreno donde se desarrollaron frenos, amortiguadores, cinturones de seguridad y otos elementos que hoy en día usan los autos de calle.

Por mucho tiempo, la Fórmula Uno fue el labotario que sirvió para experimentar las mejoras que podían hacerse a los vehículos.

A pesar de su enorme popularidad, la máxima categoría ya no produce muchas innovaciones. Ese lugar de vanguardia ahora le corresponde a la Fórmula E, el serial que por cuarto año consecutivo visita nuesto país con cambios progresivos que hacen parecer que el primer campeonato que se disputó forma parte del antiguo testamento.

A diferencia de los años anteriores, este día en el e-Prix de la Ciudad de México el público apreciará una carrera sin paradas. Los monoplazas cuentan con baterías que soportan la competencia completa (45 minutos y una vuelta).

Con tan sólo 50 kilos de más en el peso del monoplaza, por la nueva pila eléctica, los autos de segunda generación de la Fórmula E no sólo obtienen la autonomía para cruzar la meta, sino también un aumento de 55 kilómetros por hora en la velocidad tope.

La Fórmula E dejó de ser hazmerreír, para ser presente y futuro del automovilismo deportivo.