El Universal
Bill Belichick lo volvió a hacer. Una década después de ganar el que era su más reciente campeonato, el entrenador guió a Nueva Inglaterra de vuelta a la cima, al vencer a Seattle en un dramático Super Bowl XLIX y empató a Chuck Knoll como los únicos coaches en la historia en conseguir cuatro cetros en la NFL.
Belichick, quien no se coronaba desde las temporadas de 2003-2004, ya había empatado a Don Shula al presentarse al partido al dirigir su sexto Super Bowl, pero para él, lo más importante era salir con el brazo por alto, a diferencia de los Super Bowls XLVI y XLII, cuando los Giants de Nueva York le negaron el logro.
“Tengo a los mejores jugadores, estoy muy orgulloso de estos muchachos, los amo a todos”, dijo un inexpresivo Belichick, quien fiel a su costumbre, no quiso volver a tomar el crédito que le corresponde.
Lo conseguido por el coach de los Patriots no es menor porque ha sabido sobreponerse a la salida de muchos jugadores para mantener a Nueva Inglaterra como una franquicia modelo desde la temporada 2000, cuando asumió el cargo tras el despido de Pete Carrol.
Del actual plantel, sólo Tom Brady y el tacle defensivo Vince Wilfork estuvieron cuando el equipo consiguió el tercer campeonato de su historia al vencer a Filadelfia y el staff de entrenadores también sufrió muchos cambios, porque el resto de los equipos de la Liga siempre están tratando de llevarse a los asistentes en busca de replicar el éxito.
“Es nuestro cuarto Super Bowl en 14 años, el primero fue especial, porque pasó en una época única, nunca pensé que otro séría igual de especial, pero éste, sin duda lo es”, dijo el dueño del equipo, Robert Kraft.
“Esto es de los jugadores y del staff de coacheo, gracias a ellos, esta noche [domingo] somos otra vez los campeones”, sostuvo el dueño más ganador de la NFL.
Para firmar a Belichick, Kraft tuvo que ceder varias selecciones colegiales a los Jets de Nueva York, incluyendo una de primera ronda.
Tras 15 años en el cargo, el entrenador se ha asegurado de corresponderle con creces la confianza que en él depositaron al darle a la franquicia los cuatro anillos de Super Bowl que ahora lucen. A. Manzanero