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Tal parece que no se tendrán muchos regalos de navidad para el equipo de los Tiburones Rojos de Veracruz

Para lo que será el torneo clausura 2018

Carlos Moron 

Tal parece que no se tendrán muchos regalos de navidad para el equipo de los Tiburones Rojos de Veracruz para lo que será el torneo clausura 2018, donde la encomienda del nuevo timonel, Memo Vázquez será la salvación del equipo, donde tienen la marea en contra al iniciar el torneo puesto que se encuentran en el último lugar de la tabla general, esto aunado con un torneo complicado en lo que se refiere a la localia, puesto que vienen equipos importantes y que son complicados en este calendario.

Se espera que “Santa Claus”, sea benévolo con el equipo el cual se portó muy mal en el año con su afición, dándoles tristezas en lugar de alegría, tan solo en lo que se refiere a partidos que no eran tan complicados y que se perdieron en casa importantes puntos que para este torneo se sufrirán.

Después del mini draft que se llevó a cabo en la Femexfut, los escualos solo se han hecho de los servicios del ex jugador del Toluca, Carlos Esquivel, jugador que se espera aporte su experiencia en la media cancha, sin embargo, este no fue comprado y llega al puerto en calidad de préstamo.

Todo parece indicar que probablemente el equipo jarocho no esté desembolsando recursos económicos en algo tan crucial como lo es la permanencia en la primera división, donde tienen el tiempo en contra y no han conseguido los jugadores que le hacen falta, tanto en la defensa como el ataque, donde se queda jugando en solitario el “Polaco” , jugador que destaco en el pasado torneo por el ímpetu y las ganas de buscar el gol, aunque como dice el viejo dicho “una flor, no hace primavera”.

El equipo rojo mantiene la esperanza como niño que espera su juguete favorito en navidad, donde los rumores indican que supuestamente los refuerzos serian extranjeros como se especuló y que retornaría un viejo conocido de la afición del cual nunca entendieron el por qué se fue si era elemento que mantenía orden en el equipo en la defensa, el posible retorno de Leobardo López.

El nuevo timonel escualo tiene el tiempo encima y tratara de buscar el “regalo prometido” (si es que lo hay), ya que de no ser así, podríamos adelantar que el panorama de los Tiburones Rojos sería muy triste y lamentable, donde el descenso seria el final del equipo ante años de mala toma de decisiones y los que se llevarían la peor parte seria la afición, esto me hace recordar un viejo título del escritor, Gabriel García Márquez, este sería “Crónica de una muerte anunciada”.