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A su llegada de Berlín, Diego López Díaz recibió un merecido reconocimiento el oriundo de Xalapa

Satisfecho con las dos medallas de Oro, una de Plata y un Bronce

Carlos Moron 

A su llegada de Berlín, Alemania, donde fue medallista y recordista en la pasada Serie Mundial de Para-Natación, de visita en la Casa del Deporte, recibió un cálido y merecido reconocimiento el oriundo de Xalapa, Diego López Díaz.

Satisfecho con las dos medallas de Oro, una de Plata y un Bronce, Diego López sabe que su camino en el deporte aquí no termina, al contrario, esto le da más entusiasmo para seguir adelante.

“Hay mucho apoyo del instituto , mi familia siempre estuvo al pendiente de mí, me siento muy contento y muy satisfecho con el trabajo que he hecho y más comprometido, y ahora como lo comentó hace un momento Ángeles ahora soy el que tiene el record mundial”.

Fue objeto de un merecido reconocimiento por parte de los presentes, quienes le desearon éxito, lo felicitaron y ansiaron que tenga un camino lleno de logros, tanto en lo deportivo como en lo personal.

El seleccionado nacional se encuentra contento y entusiasmado con su vida deportiva, ya que en este momento el veracruzano es el rival a vencer en las justas internacionales.

“El objetivo que tienen todos los competidores de mi categoría es ganarme a mí, esas son las cosas que me motivan más, que me hacen cuidarme más y seguir preparándome cada vez mejor, he pasado por varios ciclos desde que soy campeón panamericano, y ahora que soy medallista mundial poseo varios records, eso me hace tener más entusiasmo”.

Para Diego no es suficiente, a sus 23 años ya piensa en Tokio 2020, obtener medallas olímpicas es uno de sus próximos objetivos. Atleta de alto rendimiento con seis años de carrera deportiva, espera seguir mucho tiempo con el ritmo que mantiene, pero principalmente, entregando resultados como lo hasta el día de hoy.

Dedicándose al cien por ciento al deporte, el medallista tiene cinco años ya en la Ciudad de México entrenando, “estoy radicando allá en el Centro Paralímpico Mexicano, ahí vivo en las Villas, es donde me rodeo, donde estoy desarrollándome es en la Ciudad de México, pero mi casa y mi todo es en la Ciudad de Xalapa, orgullosamente xalapeño y veracruzano sobre todo”.

Orgulloso de sus raíces, pero también de su familia y es enfático, son su pilar y apoyo.

“Mi papá Domingo López, mi mamá Lucrecia, siempre que me va mal en una competencia ellos son los que me alientan a seguir preparándome, he pasado varias rachas malas, hace dos años me entrenaba muy bien pero en las competencias no me iba bien, ellos fueron los pilares que me ayudaron a no desistir, y ahora se están dando los resultados por sortear esos altibajos, estoy disfrutando igual con mis papás”.

López Díaz recuerda a la distancia su participación en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro donde obtuvo un quinto lugar, “tengo un tatuaje en representación a eso, es lo mejor que me ha pasado en la vida, es haber asistido a unos juegos paralímpicos y es una sensación indescriptible, la gente siempre me pregunta que se siente, es una gran emoción, valen los sacrificios de la familia, el desgaste físico, todo lo que deja uno en casa para asistir a un evento de tal magnitud”.

A pesar de ser uno de los atletas en su categoría y disciplina más contundentes en la actualidad, Diego López es un joven sencillo, y sus palabras lo muestran, “a veces me siento raro que me digan tú eres el número uno”, aunque las cosas están claras para el tritón, “sé que tengo que enfocarme más, prepararme más y estar a lo mío y no distraerme con otras cosas”.

Sobre su participación en la Serie Mundial de Para-Natación, nos dice que Berlín es una ciudad muy bonita con una cultura muy diferente a la mexicana, además de reconocer a sus instalaciones calificándolas de primer mundo.

“Estábamos a 50 metros bajo el nivel del mar y tenía una oxigenación tremenda, yo creo que fue una de las cosas que me hizo tener los resultados que tuve, porque bajé mucho el record mundial, en dorso lo baje seis segundos, el record de los 100 libres lo baje dos segundos y todos mis records panamericanos los volví a bajar, entonces fue algo que hasta a mí me impacto”.

“La competencia también me motivaba porque yo era de las categorías más bajas y me tocaba con categorías más altas, entonces quieras o no, si me jalaban un poco, me dejaban muy atrás y yo decía no me pueden dejar tan atrás y eso era uno de los motivantes para echarle más ganas y nadar más fuerte (…) había mucho nadador muy bueno de categorías muy altas pero en la alberca las capacidades físicas dependen de cada uno, me sentía muy motivado la verdad”.

Sabe muy bien que con el buen paso que lleva, es una pieza fundamental para la selección nacional, y ello, es una gran responsabilidad.

“Espero seguir así y que ninguna lesión me achaque o algo por el estilo, entonces vamos a esperar primero el mundial y ver ahí como nos va a deparar Tokio”.

Finalizando esta Serie Mundial, la preparación ya se enfoca al primer selectivo, y parte de los objetivos es continuar con las buenas marcas, o mejorarlas.

“Quiero dejar marca, quiero dejar mi propia huella (…) yo quiero ser uno de esos, así como veo a Ángeles a Nelly, y a todos ellos paralímpicos y los aprecio mucho y quiero pertenecer a esos, que digan es Diego López medallista paralímpico y es de Veracruz, quiero eso para mí en Tokio 2020”.

Actualmente además de ser un atleta de tiempo completo, se encuentra estudiando en el Centro Paralímpico Mexicano la Licenciatura en Dirección y Administración del Deporte, ya que la parte directiva deportiva está en sus intereses.

para concluir, menciono, “Me veo inmiscuido en el deporte pero tal vez y no como atleta ni como entrenador, si no como algún directivo o encargado de algún área (…) tal vez a futuro ser como Ángeles, director del instituto de deporte, o como el COMUDE de Xalapa, primero me gustaría agarrar experiencia empezando desde un COMUDE, y luego un instituto del deporte y pensar en grande en CONADE”.