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Rayos muy relajados

Los Rayos vuelven al inmueble que los remite a la gloria, en cuyo campo dieron las vueltas olímpicas en las temporadas 1994-95 y 1995-96

CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 4 (EL UNIVERSAL).- Mientras su rival luce sin respiro fuera de la cancha, debido al precipitado anuncio de contrataciones y salidas para el siguiente certamen, así como los líos legales del entrenador Ricardo Antonio La Volpe, el Necaxa aún levita frente a la bóveda celestial, cuyas puertas anhela derribar esta noche sobre el lienzo verde del estadio Azteca.

Los Rayos vuelven al inmueble que los remite a la gloria, en cuyo campo dieron las vueltas olímpicas en las temporadas 1994-95 y 1995-96. Sí, el empate (1-1) en la ida frente al América les obliga a ganar o empatar, por lo menos, a dos tantos, mas el sueño de alcanzar su séptima serie por el título.

“Internamente, hemos platicado la necesidad de estar tranquilos, seguir nuestro plan de trabajo, realizar lo mismo que hemos venido construyendo a lo largo del torneo: un equipo ordenado, solidario, trabajador y esperar, ser pacientes, para buscar el resultado”, comparte Luis Torres Septién, director general del club hidrocálido, entrevistado vía telefónica.

“Al final, estamos obligados a conseguir la victoria para llegar a la final y ese el sentir de todo el grupo…”.

Al que le ilusiona dirimir el boleto a la final en el “Coloso de Santa Úrsula”. El amor necaxista aún late al compás de varios corazones en la Ciudad de México, aunque los rojiblancos están conscientes de que hoy serán minoría ante un pueblo que sueña con ver a su equipo en la instancia definitiva por decimosexta ocasión en la historia.

“Los jugadores así lo ven, como una motivación, y eso nos agrada, porque también nos tiene motivados llegar a la Ciudad de México; si bien, [el Azteca] es la casa del América, sabemos que hay muchos necaxistas que harán una buena entrada”, afirma el directivo.

“Estamos conscientes de que tenemos a una afición muy importante en la Ciudad de México”.
“Nos daría mucho gusto que el estadio se pinte rojiblanco y tener el apoyo de nuestra afición en un inmueble que nos recibió por mucho tiempo, así es que [estamos] contentos por cerrar la eliminatoria en el Azteca, frente al América en su centenario, lo cual es para sentirnos motivados y con ganas ya de que sea el partido”.
Alfonso Sosa y sus dirigidos buscan ser el primer grupo, en la historia del futbol nacional, que llega a la final tan sólo medio año después de ascender.
Son considerados la sorpresa del Apertura 2016, aunque ellos nunca han dudado de lo que son capaces de lograr.

“Lo hemos repetido: es un muy buen grupo de trabajo, con jugadores comprometidos, solidarios, trabajadores… Un grupo de futbolistas que quieren trascender y están luchando para conseguir un lugar y pasar a la siguiente fase”, valora Torres Septién. “[Nos sentimos] tranquilos, conscientes de que hay que salir a buscar el resultado el domingo y la moneda está en el aire”. Desean que caiga de su lado.