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‘Chucky’ es muy codiciado

Puede ser un verano inolvidable para Hirving Lozano, al que lo pretende la Mayor y la Olímpica

El Universal

Una cámara o micrófono logran lo que muchos futbolistas no: aniquilar buena parte de la irreverencia que caracteriza a Hirving Lozano. La única pizca que le resta es utilizada para sincerarse y confesar sus verdaderos sueños.

Chico de infantil mirada con respuestas cortas, tímido para hablar, aunque arrojado sobre ese lienzo verde donde no conoce los límites. Sabe que está en los planes de Raúl Gutiérrez para disputar los Juegos Olímpicos Río 2016, mas actuaciones como la de antenoche en el estadio BC Place provocan que Juan Carlos Osorio también lo considere para la Copa América Centenario.

“Es lo más bonito, que te busquen para las dos, pero estaría bien [jugar en ambas]”, comparte, en charla con EL UNIVERSAL. “[Estoy listo] para la que sea. Las dos serían una gran oportunidad y jugar en la Selección siempre es muy bonito”.

Todo depende de la directiva de los Tuzos. Si aguanta los cañonazos y mantiene a su ‘joya’, es probable que acceda a cederlo para ambas competencias. El panorama cambiará si alguien les convence de quedarse con la nueva sensación del balompié nacional.

La disyuntiva no le aflige, como tampoco los gritos de aquellos adolescentes a los que asustaba en la casa club del Pachuca. Al hoy ‘niño consentido’ del Tricolor le fascinaba meterse debajo de las camas y jugarle bromas pesadas a sus compañeros, lo que explica el sobrenombre de ‘Chucky’. “Desde que llegué a Pachuca me pusieron así dos chavos”, atina a decir, con cierto recato.

Término que no conoce dentro de la cancha. Lo ha demostrado casi siempre, sobre todo durante un par de instantes que atesora.

Su pícara sonrisa se acentúa al recordar la tarde del 8 de febrero de 2014. A falta de siete minutos para el final y con el marcador igualado sin anotaciones ante América, Enrique Meza le cumplió el sueño de debutar en la hoy llamada Liga MX. Sólo necesitó 300 segundos para marcar el de la victoria, en el Azteca.

Repitió el truco a casi cuatro mil kilómetros de distancia. Antenoche se presentó con el Tricolor en un juego oficial y también estremeció las redes. “Son momentos muy importantes y bonitos. Hay que disfrutarlos, seguir y ver igual el otro partido [pasado mañana, de nueva cuenta frente a Canadá]”, considera. “Dios me ha dado la oportunidad de anotar… Hay que seguir así”.

“Fue un momento muy feliz. El trabajo es el que da y, gracias a Dios, me tocó anotar… Estoy contento”.

Además de agradecido con ese entrenador que tiene en las rotaciones y la fe en el talento juvenil a sus principales métodos. Su carrera está en ciernes, pero Osorio ya marcó a Lozano al darle su primera oportunidad en ese equipo con el que se ilusionaba antes de espantar a sus compañeros en los Tuzos. “Es importante [sentir su apoyo], porque da mucho chance a los jóvenes y eso es bueno para el futbol mexicano. Le agradezco la oportunidad”.

Porque se ha vuelto codiciado hasta entre los entrenadores de los combinados mexicanos. Hirving no se preocupa. Con 20 años de edad, advierte estar listo para un verano inolvidable, tanto con el equipo absoluto como el olímpico